En 2015, Roque Hernández no tenía auto y su cuenta bancaria estaba sobregirada en $250. A pesar de tener múltiples trabajos en la industria gastronómica, aún vivía de su sueldo. Ese mes de Septiembre, cuando conoció a Kynect se sintió atraído por los servicios de primer nivel y por el simple plan de trabajo. No tenía el dinero para el cargo inicial de membresía por lo que empeñó un anillo nuevo para comenzar con su negocio.

Unas pocas semanas después, Roque asistió a su primer evento y pudo echar un vistazo a lo mejor que Kynect ofrece a sus Asociados más trabajadores. En ese evento, tomó otra decisión clave: dejó uno de sus trabajos para tener más tiempo para dedicar a las presentaciones.

Desde ese momento, Roque dice que su vida dio un giro de 180 grados. Pudo recuperar el tiempo con su familia como un padre casado con seis hijos, ayudó a sus padres que viven en México y logró una mayor libertad financiera. Roque dice a su equipo que cree en ellos, establece metas y trabaja junto a ellos para que esas metas sean posibles.

“Todo es posible cuanto tienes un deseo ferviente por cambiar”, dijo.